Ya sea una moto o un scooter, el mercado de segunda mano es una gran alternativa a la compra de una moto nueva y, si tienes suerte, puedes encontrar verdaderas gangas.
Pero no es un mercado exento de riesgos y a menudo puede ser un infierno. Entre ofertas muy tentadoras y precios disparatados, las dudas se amontonan y las buenas intenciones vuelan.
A esto hay que añadir que muchos vendedores utilizan trucos para ocultar problemas más o menos graves. Y la inexperiencia del comprador hace el resto.
De hecho, no todo el mundo es capaz de realizar una inspección exhaustiva de la moto. Si no sabes qué preguntar y en qué fijarte, corres el riesgo de hacer un mal negocio. Y precisamente por el temor a que la moto adquirida pase más tiempo en el mecánico que en la carretera, muchos prefieren comprar una moto nueva.
Pero en este artículo nos dedicamos a aquellos que quieren saber lo que necesitan saber para poder hacer un buen negocio a la hora de comprar una moto usada y evitar posibles timos. Por tanto, qué mirar, qué preguntar, qué partes corren más riesgo y qué comprobar, además de algunos indicadores para entender lo que los vendedores no siempre nos dicen.
En primer lugar, respondemos a algunas de las preguntas sobre recambios vespa 201:
¿Cuándo comprar motos usadas?
Aunque la primavera es la época en la que muchos motoristas se despiertan y sacan a relucir sus motos, comprar fuera de temporada a menudo puede ser bueno para el bolsillo, teniendo en cuenta además que mucha gente no tiene tiempo ni espacio para arreglar sus motos durante el invierno.
Así que, en general, no existe un mejor momento. Pero el momento adecuado para ti es cuando dispongas de tiempo para buscar una moto.
¿Mejor un distribuidor o un particular?
Si conoces al propietario de la moto y su estilo de conducción, comprar a un particular podría ahorrarte dinero, pero sigues corriendo grandes riesgos. Siempre recomendamos comprar en un concesionario, que está obligado a poner a la venta motos o scooters 100% funcionales y seguras y a dar una garantía sobre la moto que vende.
Además, comparando los precios de los vehículos usados en las distintas páginas de Internet, no hay una gran diferencia entre un particular y un concesionario, así que ¿por qué arriesgarse a comprar un vehículo sin garantía alguna, cuando no hay una diferencia económica clara?